martes, 12 de noviembre de 2013

Sin un con.

No hay paso mal dado si es bien recibido. 
Que yo no paro de pisar charcos embarrados y no existen manos que me puedan salvar.
De tanto rebuscar dentro de mi he acabado herida. 
Me sangran las entrañas y hay un nido de arañas que me piensa destruir.
Se me caen los párpados gota a gota, y cuando abro los ojos he apartado sin querer a todos de mi.
El tacto se ha vuelto áspero, y aún tengo la certeza de que a quien me toque, haré sufrir.
Doy pisadas tan sordas que ya no escucho por dónde voy.
Mis oídos algo vacíos me informan que después de irte, ya no queda nada que valga la pena oír.
La diferencia entre "sin" y "con" está en esas dos letras primeras. 
Y sólo quiero que entiendas que sin ti, con quién soy yo.

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