Crece cada vez que lo pienso, ¿puedes notarlo?
Como una angustia ácida que va recorriendo mi interior. De pies a cabeza.
Al pasar por mi estómago aprieta, sube hacia arriba y crea vacío, arrasa con todo.
Cuando llega a la garganta traga con fuerza y en mis ojos se abandona,
mientras los dientes intentan retenerla avergonzados.
Tiene
¿No lo ves?
Le hablo de ti y se altera, me grita que pare o tendrá que irse.
Yo sigo, pero nunca desaparece.
Tengo
Le pregunto qué quiere, pero no responde. Sólo ríe, se enfada y llora.
Me agota, me pudre. Hace que me sienta viva.
Asómate, ¿quieres? Tú no tengas
Cuando sueña, susurra que éste no es su sitio. Te busca con los ojos cerrados.
Desespera al no encontrarte y araña mi cuerpo por dentro con fuerza.
Restos de piel residen bajo sus uñas, que no va parar hasta verte venir.
No sé a qué juega.
Poco a poco hace de su entretenimiento el mío.
Se está metiendo dentro de mis poros, ya no sé si soy.
La mirada se me enturbia, mis labios se endurecen y me vuelvo de piedra.
Estoy fría.
Siéntate a mi lado, quizá no pueda verte.
Acaríciame, ya no puedo sentirte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario