lunes, 21 de octubre de 2013

Mis musas.

Entre ésta vorágine encuentro mi paz.
Aquel batir de la cucharilla dentro de una taza de porcelana, que proviene del tercero.
El saxofón resonante que recorre las escalas con pequeños tropiezos, del vecino del cuarto.
Los ladridos de ese maldito perro insoportable, pequeño y acomplejado de la señora del primero.
La radio en la que repiten una y otra vez las mismas canciones, del tipo extraño del segundo.
Las bocinas desesperadas de una sociedad con prisa.
El chulo que pasea con esa típica moto cuyo chirriante motor no le deja pensar.
El desahogo de los autobuses en cada semáforo.
Los pasos de todos esos individuos que transitan ahí abajo.
Aquel abrumador sonido de vuestros pensamientos. 

Allí me hallo, metida de pleno en un caos que me absorbe e inspira.
Es mi fuente de vida; diferentes ruidos que penetran mis oídos y hacen que sangre múltiple ideas.
Que de ese agotador bullicio del que todos buscáis huir, extraigo pequeños detalles que florecen en mi cabeza, buscando la manera de expulsarlos fuera una vez más, pero de diferente forma.
Y os los regalo, sin esperar nada a cambio. O sí, que no dejéis de ser, y yo no perderé a mis musas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario